miércoles, 9 de diciembre de 2015

El desafío productivo de la Argentina en materia alimentaria



En el artículo que publiqué a fines del mes de octubre – El Desafío Productivo de la Argentina – señalaba que una de las ventanas de oportunidad que tiene la Argentina para su desarrollo e inserción internacional es la producción de alimentos. Mucho se ha hablado de esto pero desde la restauración democrática nunca existió una estrategia explícita de desarrollo de esta ventana de oportunidad.

Quizás el único atisbo de política explicita se verificó en la década del 80 en los acuerdos bilaterales con Brasil – previos al Mercosur – donde la integración económica con nuestro socio comercial se desarrollaba bajo un esquema gradualista a través de lo que se denominó como Protocolos en Alimentos y en Bienes de Capital. Fue la primera vez donde se pensó sectorialmente su inserción internacional.

Desde lo que hace a las políticas públicas, nunca existió una política explícita de fomento a la producción de alimentos, al agregado de valor en las distintas cadenas agroalimentarias. Implícitamente se convenía que la industria alimenticia era por si misma competitiva y no que requería de instrumentos de promoción para su desarrollo. Esta falacia es la que llevó a que los instrumentos de promoción se concentraran en actividades industriales con problemas de competitividad tales como el automotriz o el de bienes de capital. O en la última década en el apoyo a nuevos sectores productivos como en el caso de la industria del software.

La prevalencia de la política industrial en asistir a los sectores menos competitivos dejando de lado a la  industria alimenticia que es una de las de mayor competitividad y potencialidad explican la ausencia de políticas explicitas para esta.
 Esto claramente se vio expresado a nivel de la ingeniería institucional del Estado Nacional donde nunca existió un área gubernamental que se ocupara específicamente de esta industria. En tal sentido, los rasgos idiosincráticos de los distintos organismos hoy existentes hizo que la industria alimenticia no tuviera un desk que atendiera sus demandas.


Por un lado la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca que atendió históricamente la problemática de la producción primaria sin entrar de lleno en las cuestiones de la industrialización y por el otro la Secretaría de Industria más focalizada en atender las demandas de los sectores de baja competitividad además de monopolizar el manejo de los instrumentos de comercio exterior y el Mercosur lo que significó históricamente una desventaja en materia de protección efectiva (aranceles de insumos vs aranceles de alimentos). Lo mismo aconteció en materia de acuerdos comerciales donde en muchas oportunidades las posibilidades de apertura de nuevos mercados para la industria alimenticia argentina se vieron limitadas frente a las posiciones proteccionistas de los sectores industriales sensibles a la apertura económica.

La década pasada no fue la excepción. Salvo en la primera etapa donde a la SAGPyA se le agregó el nombre “y Alimentos” o la creación años atrás de un área de Agregado de Valor con rango de sub secretaria, la industria  alimenticia careció de un espacio institucional que defina políticas de mediano y largo plazo para la misma.


 El contexto internacional  a nivel de alimentos manufacturados es más que propicio: el crecimiento de los sectores medios, un proceso irreversible de urbanización, la tendencia a adquirir platos preparados (un menor tiempo dedicado a la cocina), la preferencia creciente por alimentos inteligentes (funcionales, saludables y verdes) son algunos de los rasgos hacia donde converge la industria alimenticia a escala mundial.

Es por ello que Argentina debe plantearse una estrategia inteligente de agregado de valor en todos sus complejos agroalimentarios de la que hasta ahora ha carecido. Esta oportunidad estratégica debería ser aprovechada en combinación con Brasil y el Mercosur dado que si algo caracteriza al bloque es la potencialidad como productores de alimentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario